¿Por qué y cómo se crea un plan de tesorería provisional?

Una herramienta para la gestión operativa, la presentación de informes, la financiación... La previsión de tesorería es uno de los elementos más importantes para la gestión financiera de una empresa. Sin embargo, su implementación y uso deben cumplir con reglas específicas.

Es útil para todas las empresas de todos los sectores, pero especialmente para aquellas que tienen un negocio estacional o de rápido crecimiento. «La previsión es una herramienta particularmente valiosa para evitar lo que se denomina una crisis de crecimiento, es decir, la situación en la que una empresa se queda sin liquidez por falta de anticipación, mientras su actividad progresa», explica Andrien Ouzan, director financiero de tiempo compartido en Directeur Particulier.

La previsión es una herramienta adecuada para los gerentes o los equipos de finanzas que quieren mantener su WCR bajo control, al menos en un horizonte bastante cercano. De hecho, después de tres meses, las hipótesis pueden volverse menos precisas. La idea es poder anticipar las posibles dificultades con suficiente antelación para poder actuar, por ejemplo, recordando a los clientes que se retrasan en los pagos o ampliando tus propios plazos de pago con tus proveedores para adaptarlos.

«Evidentemente, esta gestión será diferente según los tipos de empresas. Una startup que acaba de financiarse mediante la recaudación de fondos tendrá menos gestión a corto plazo que una pyme tradicional que se autofinancia». explica Laura Pallier, cofundadora de Regate y exdirectora financiera empresarial.

A largo plazo, la previsión también tiene la función de permitir a la empresa evaluar sus necesidades de financiación. Tanto si se trata de una empresa que está iniciando su actividad como de una estructura que ya está instalada, pero quiere recurrir a la deuda, las previsiones permiten anticiparse lo suficiente como para disponer de tiempo para comparar precios con fondos de inversión o bancos.

Este tipo de ejercicio no está correlacionado con administración de efectivo diariamente, porque está destinado principalmente a actores externos. Por lo tanto, no se mostrarán necesariamente los mismos indicadores. «Podemos tener varios escenarios: uno más bien pesimista, o al menos cauteloso, para la gestión operativa, y otro más optimista para la búsqueda de financiación», especifica Laura Pallier.

El desafío para el gerente o el CFO es poder confiar en un pronóstico que sea lo más preciso posible en todo momento y compararlo con los movimientos reales para detectar rápidamente posibles discrepancias o flujo de caja imprevistos que necesitan ser reincorporados.. También permite hacer sonar la alarma si es necesario y tomar medidas para evitar estar a la intemperie.

Estas son algunas de las mejores prácticas que puedes seguir para garantizar la utilidad de la previsión de tesorería:

1. Rigor y exhaustividad: Tienes que examinar todo tu negocio para no olvidar nada y comparar los movimientos previstos con los movimientos reales.
2. Demuestra regularidad: Esto es muy importante para garantizar la fiabilidad de tu flujo de caja, incluso si algunas actividades pueden satisfacerse con una actualización menos frecuente. La previsión debe actualizarse todos los meses, o incluso diariamente.
3. Clasifica las transacciones: Deben identificarse las categorías para facilitar la clasificación, la lectura y el análisis de la previsión de tesorería.
4. Elige el nivel de detalle adecuado: Para adaptarte en función de las necesidades.

Al completar su previsión de tesorería, también hay puntos de vigilancia que debes tener en cuenta. En particular, hay que tener cuidado no olvidar:

1. Salarios netos y los gastos del empleado. Es lo que corresponde a lo que realmente pagas a tus empleados.
2. Ten en cuenta los plazos de pago. Debes basarte en la fecha de pago, no en la fecha de facturación.
3. Compara la tabla de previsión con la imagen histórica. Es útil consultar los últimos tres o cuatro estados de cuenta para elaborar tu pronóstico. Es una buena base para trabajar.
4. Sé lo más realista posible. Incluso siendo un poco pesimista con respecto a los cobros de efectivo.

Estas mejores prácticas no son reglas absolutas, hay excepciones que justifican la derogación de ellas. Por lo tanto, deben adaptarse a su negocio.