Deducción de gastos de la vivienda siendo autónomos

En los últimos años ha aumentado considerablemente el número de trabajadores que han decidido reducir parte de sus gastos usando su vivienda particular como lugar de trabajo. Se calcula que, alrededor del 10 % de la población activa trabaja desde casa, teniendo que aplicar así el sistema conocido como “teletrabajo”. A continuación veremos qué requiere Hacienda para deducir los gastos de vivienda siendo autónomos.

En principio, los requisitos necesarios para deducir los gastos en tu casa generados por tu actividad económica son los siguientes:

1. El gasto tenga relación con el desarrollo de la actividad económica profesional que desenvuelva el autónomo.

2. Es importante que dicho gasto esté justificado, con facturas.

3. Dicho gasto debe de estar reflejado en la cuenta económica del autónomo y debe de poder justificarse por internet.

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Esta ley añade dos deducciones en el IRPF, en relación al gasto de suministros para los profesionales que desempeñan su actividad económica en su domicilio: deducción de suministro y dietas. En el suministro, el artículo que nos interesa es el 11, muy polémico debido a su ambigüedad.

A priori, esta ley establecería cómo podrán deducirse hasta un 30 % de la parte del gasto necesario para el desarrollo de la actividad, en el IRPF, de los servicios de luz, agua, electricidad y teléfono cuando el autónomo trabajase desde su casa. Esto solo en el caso de que se pudiera comprobar siempre, de manera fehaciente, el uso de dicha parte a través de medios telemáticos.

El resultado final que podemos ver actualmente difirió un poco del proyecto planeado: solo podrán deducirse dichos gastos (luz, agua, electricidad y teléfono), en el IRPF pero no en el IVA, en relación al porcentaje del domicilio que el autónomo tiene habilitado como lugar de trabajo, que pueda justificar siempre (y no de todo el domicilio).

En lo que se refiere al gasto deducible para Hacienda de los autónomos cuya actividad económica se desarrolla en su casa son los siguientes:

1. Vivienda. Este el primer gasto que nos planteamos deducir en nuestra declaración de la renta. En España, hay que tener en cuenta que dependerá de si la vivienda es propia o alquilada y de la superficie en metros cuadrados de los bienes considerados como oficina. Si se realiza la actividad en una vivienda propia, ahora es deducible el gasto de comunidad, seguro, intereses de la hipoteca y los impuestos. Si la actividad profesional se realiza en una casa alquilada, podrá deducirse el porcentaje de la vivienda en caso de que se utilice para el negocio. Para que esto sea admisible, el casero debe tomar ciertas medidas de hacer un contrato de alquiler de uso como vivienda y negocio.

2. Suministros. Para que los gastos de suministros de agua, luz, electricidad y teléfono, por ejemplo, sean deducibles tiene que haber: factura a nombre del profesional del negocio. Estos gastos se calculan respecto a si se trata de una superficie total legal superior o inferior en proporción a la casa que se use como negocio.

3. Gastos deducibles a mayores. Gastos deducibles del IRPF e IVA como por ejemplo:el caso de servicios como internet, el contacto con servicios profesionales necesarios para el desarrollo del trabajo, suministros, entre otros. Todo será siempre debidamente justificado con factura y libro de cuentas